Ser fan de alguien es una cosa un poco ridícula ¿no? Un par de conversaciones recientes me han hecho pensar con cierta melancolía en cómo nunca he sentido ese fervor adolescente del fanatismo extremo y el culto a la personalidad que lleva, por ejemplo, a mi querida novia a recordar los cumpleaños de los hermanos Gallagher1. Me considero una persona bastante entusiasta en general con las cosas culturales y mi rango de intereses es bastante amplio, pero quizás en ese diletantismo picaflor se me escapó el placer de la monomanía y el disfrute de relaciones parasociales desde una perspectiva puramente emocional. Yo he sido muy fan y supongo que sigo siéndolo de los músicos Carly Rae Jepsen o Lou Reed, los cineastas Hitchock o Bresson (lol), el ajedrecista Ding Liren (ultralol) y la escritora Belén Gopegui (opción respetable) pero nunca he sentido que sea fan de ellos sino de sus cosas.
Si hay una figura que sí se acerca a ese tipo de fascinación para mí, aunque una fascinación medio reciente, nada adolescente, es la de Bob Dylan. Aunque siempre me ha gustado mucho2, no fue hasta la pandemia, Murder Most Foul y, sobre todo, cuando vi la peli del Rolling Thunder Revue que me volví ya definitivamente loco. Horas y horas dedicadas a escuchar sus discos, ver sus imágenes, leer anécdotas e interpretaciones y, también, la extensa biografía de Howard Sounes.

Como cualquier “fan” “auténtico” observé con sospecha las noticias del biopic que estaban preparando desde Hollywood. Para empezar porque es fácil sospechar de Mangold, cuyo anterior intento de biografíar a Johnny Cash fue demolido por la inmortal Walk Hard, pero también, para qué negarlo, por la presencia de Timothée Chalamet, el depredador natural de cualquier joven sensible y cultureta. Bromas aparte, no fue fácil para mí aceptar sin cinismo la posibilidad de que una película así pudiese ser buena, porque el personaje es complejo y misterioso y esa es la gracia, porque la escena musical folk y pop-rock de aquellos años pues pa qué te voy a contar, literalmente no te la acabas y porque vamos estas películas son todas malísimas joder solo se salva Elvis en mi humilde y acertada opinión.
Pero como la peli en verdad está medio bien y a la gente más o menos le está gustando me acabé convenciendo de que me podía gustar porque lo que hubiese odiado es verlo en modo cínico. Un completo desconocido, en fin, está resultona y creo que no tiene nada que envidiar a la mayoría del género (aunque tampoco tiene mucho mérito como digo), juega en su ventaja que las canciones son muy buenas y las aprovecha bien. Chalamet, mal que me pese, está especial como Dylan aunque nunca les perdonaré que no contratasen a un actor mínimamente gordito y su estructura así un poco caótica se hace venir bien los misterios y las “sombras” del personaje.
Es posible que el problema sea yo porque siento que la película es demasiado superficial a la hora de abordar el núcleo del supuesto conflicto de la historia: que a Bob Dylan le da por hacer rock. Creo que hay cierto intento de despolitizar la figura del primer Dylan y su lugar como “cantante protesta”, que sé que es una etiqueta que le molesta y lo puedo entender, pero estamos hablando de un tío que a los veintidós años estaba cantando junto a Martin Luther King el día que el tipo dijo que tenía un sueño. Algo de política había.
No sé si es mucho leer en lo que nos dice la película pero pude sentir en algún momento la idea de que Dylan es o era en ese momento esencialmente un trepa que se metió en política como forma de medrar al ver con mucha inteligencia que, efectivamente, los tiempos estaban cambiando. Una idea muy interesante y no necesariamente una que yo me vea en la necesidad de discutir, pero sí creo que es innegable el compromiso de la mayoría de las personas a su alrededor, Woody Guthrie, Pete Seeger y la peña del festival de Newport, que llegan a aparecer aquí como carcas pesaos que no entienden lo que le gusta a la chavalería, como si fuese una mera cuestión de decibelios el asunto.
Es comprensible no entrar en estas cuestiones en una peli que tratase del personaje en un sentido más amplio, pero es que todo el clímax de esta va de un Dylan que trata de romper de forma violenta con la identidad que le han construido los demás y dar un paso adelante (celebrado por mí eh no se me lea como un freewheelinista más que como un revisitor) cuando tampoco se muestra en la película en qué consiste esa identidad impuesta más allá de una especie de beatlemanía pero con chicas de gafas de pasta.
Definitivamente, el problema soy yo. Porque la película está claramente hecha por gente que le sabe al “bardo” y tiene mil detalles para iniciados, desde algunos deep cuts musicales (¡que canta I’ll Keep It with Mine!) hasta la coña histórica de Pete Seeger y el hacha en el festival de Newport3, pero a la vez que me acariciaban el cerebro me hacían sentir mal conmigo mismo, como un putísimo friki! Hay en toda la peli una especie de fanservice que es casi indistinguible del de las franquicias de marvel o star wars con “legacy cameos” de distintos músicos o incluso una inquietante mitificación de la puta moto en la que poco tiempo después se metería una hostia de no te menees.
Es, como digo, un poco desagradable ser fan de alguien pero sobre todo es desagradable ver cómo se aplican estas dinámicas de las “Propiedades Intelectuales” a personas reales con historias humanas reales y me jode mucho que eso no baste pero este es nuestro mundo y ese es quién soy y a quien leéis! Hasta pronto!
Pues nadaaa lamento el ligero retraso y como os dije trataré de enviar otro post esta misma semana para compensar y quitarme cosas de encima, espero que os haya gustado, muchas gracias por leer, suscribiros y echarme unos eurillos en el kofi, este mismo sábado canto en Los Garres, provincia de Murcia en el festival Costera sur que es gratuito y además por la mañana visitaré una cárcel y les contaré unas cosas por lo que se viene “contenido interesante” por aquí, un abrazo de nuevoooo
Sobre este tema: si alguien quiere vender una entrada de alguno de los conciertos de Oasis a un precio razonable escríbanme
recuerdo de jovencito traducir con rima y todo The Times They Are A-Changin’ pero por supuesto no recuerdo la traducción me da muchísima pena ese lost media porque seguro que me haría de reír
léase el interesante artículo de wikipedia “Electric Dylan controversy”
Además me sé también el cumpleaños del TERCER hermano gallagher.
Me sorprende lo que dices de Seeger y la gente de Newport! A mí me dio la sensación opuesta, como que ellos estaban en el "lado correcto de la historia" (lol, perdón) pero el proyecto a gran escala de Dylan necesitaba que rompiera con ellos. Supongo que hay que traer estas convicciones un poco puestas de casa, pero creo que la película hace bien en resaltar que, yo qué sé, el programa de Seeger en la tele es más valioso en términos absolutos que el silbatillo de Dylan, y al mismo tiempo venderte que eso es importante solo porque es Dylan el que lo hace.
También es verdad que yo no sabía una mierda de él antes de la película, igual por eso me entró más fácil.